jueves, 24 de marzo de 2011

Esmeralda cap 5


Encendí un cigarrillo y mientras pensaba como escapar a esa situación tomaba lo que podía ser mi ultima cerveza, el lugar iba tomando un ambiente de bar lleno de turistas

En pleno Palermo. Sentía una curiosidad intensa de saber que es lo que habíamos hecho la noche anterior pero por mas que intentaba solo recordaba cosas que ni siquiera habían ocurrido el DIA anterior pero el gordo seguía sentado frente a mi esperando que yo le diga que tenia en mi poder eso que tanto buscaban, para salir del paso insistí ver al dueño que el trato lo haría con el, a lo que el gordo me contesto que llegaba en una hora

Que me quedase tranquilo que era obvio que con quien iba a tratar el tema era con el jefe el pelado dejo de cuidar 5 minutos la puerta para acercarse y decirme – flaco vas por muy mal camino si seguís así ayer te salvaste porque tu noviecita te salvo la vida pidiendo ayuda si no terminabas en un volquete, ahora yo te pregunto pibe como lo pungueaste al jefe en que momento le sacaste de los bolsillos algo vos- lo mire y respondí -yo no nací Gil ni mucho menos, se lo que hago- agarro mi vaso se tomo un trago y se fue nuevamente a la puerta a seguir trabajando, durante esa media hora de ver pasar tanta gente que me miraba como si fuera un personaje de televisión pero solo se fijaban en las magulladuras y moretones que tenia. Quisiera saber porque Edith me salvo la vida y porque hoy estoy acá reconstruyendo lo que paso y como todo delincuente sin darme cuenta volví a la escena del crimen, veía acercarse un auto negro y con vidrios polarizados de esos coches con las luces bien blancas y brilloso, se estaciono justo donde estaba mi mesa se abre la puerta de atrás y ahí lo veo el jefe en el asiento de atrás me dice – flaquito subí que vamos a dar una vuelta- no podía negarme tenia que llegar al fondo de todo esto tenia que saber que cagada me había mandado y si podía resolverlo. Apenas me subí al coche le digo -para que empecemos a hablar tenes q hacer que mi amigo salga de la comisaría sano y salvo- me miro muy fijo a los ojos con una intención de intimidación -dale vacía los bolsillos que quiero ver lo que tenes ahí- asentí y actué de tal modo que saque todo lo que tenia en los bolsillos arriba del asiento pero nada que le interesase estaba en mis bolsillos.- sos rápido pibe, se que no vas a traérmelo hasta aca si no que ganarías, el pibe ya lo dejamos Salir no sabe nada solo estaba con vos y estaba tan empedo como vos solo que el es mas conciente y no se le perdió ningún tornillo para robarme a mi algo tan pero tan importante.- si le decía que no sabia que le había robado no ganaba nada hasta por ahí me cagaban a palos peor pensando que los estaba cargando tenia que descubrir que de algún modo.

Indague- ¿pero a vos te parece andar con esto en los bolsillos y que alguien te robe?-

-pibe vos la pegaste justo me robaste algo en un momento oportuno metiste la mano en la lata y justo quedaba un poco de comida, me entendes, yo no ando con lo importante en los bolsillos pero justo venia de hacer el negocio y sabes si esto no aparece vos sos boleta, tu novia, tu amigo todos por igual porque yo voy a perder mucha plata por culpa tuya-. Cuando me di cuenta íbamos llegando al barrio – pibe yo crecí en este barrio se quien es quien y conozco a todos no te quemes anda nos vemos mañana y tráeme ese papel que lo necesito para mañana a la noche así que tenes casi un día para aparecer con la combinación en el bar. Camine dos pasos y empecé a recordar como sucedió todo

Recordé que estaba en la barra viendo como hacia los negocios el dueño del bar y como el al pasar un maletín le daban un papel, como se lo saque del bolsillo en un tropiezo, Edith ella me había guardado el papel ella había sido mi cómplice, ella le tenia bronca recuerdo que me contaba de que de ahí la habían echado y sabia de toda la mafia que se movía, empecé a correr tenia miedo, euforia, mezclas de sensaciones. Llegue a casa

Apenas abrí la puerta y estaba allí Edith. Vos, vos tenes el papel vos me lo guardaste

¿Donde esta?...... silencio profundo y me dice Juan -el papel te lo di a vos, me dijiste que le ibas a sacar mucho ¿donde esta? ¿Dónde lo dejaste? pendejo que era la forma de hundir a ese hijo de puta- fui corriendo al baño a buscar mi ropa, no estaba allí tenia que estar no había revisado los bolsillos. Baje corriendo y le pregunto a Edith donde estaba mi ropa. Me responde -la puse a lavar- llegue corriendo al lavarropa pare todas las funciones hasta lo desenchufe saque mi pantalón meto las manos en los bolsillos y saco un papel húmedo con manchas de tintas ilegibles… me arrodille y mirando el suelo vi pasar toda mi vida por delante, mañana ser el dia enfrentare a la muerte pero siempre con la cabeza bien alta…. Edith andate por favor muy lejos…..… fin!!!


martes, 22 de febrero de 2011

Esmeralda capitulo 4

Sentí como de un portazo el aire hacia doler los golpes q había sentido pero principalmente los que había sentido mi amigo por culpa mía, tuve la sensación de ir a la policia a exonerar a mi amigo de todas las culpas pero realmente no sabia cuan culpable era tenia esa sensación de olvido y me dolía la cabeza cada vez mas, pero no podía dejar de pensar en todo lo q había pasado. Deje ese pórtico caminando esperando que me lleve por delante con la solución a este día pero sabia que todo no es tan fácil.

Volví a mi casa espere sentado en el sillón mas de dos horas, sabia que el boliche

Abría los domingos a las 9 porque funcionaba como pool, en ese tanto pensar pude recordar que muchas veces el dueño del boliche se paseaba por ahí con su elegancia de adinerado que todos en nuestro grupo odiamos porque sabemos que el vivía en esta cuadra y era tan pobre como nosotros pero cagando mucha gente hizo lo que hizo, y de repente se mudo y nunca mas volvió a saludarnos ni a mirarnos como si le diera mucho rencor recordar su infancia. Solo atine decir que era una persona muy despreciable.

Se hicieron las 9 de la noche aun con las pocas fuerzas q me quedaban subí al colectivo tenia diez minutos hasta llegar al boliche, baje en scalabrini Ortiz y camine hasta honduras allí doblaba y eran 6 cuadras. Mientras caminaba cada calle oscura me decía a mi mismo que el miedo que sentía no existía que no pasaba nada que podía afrontar cualquiera que fuera la situación con la que me encuentre. Llegue diez minutos antes de las 9 pero veía el movimiento a trabes del ventanal de entrada, me senté frente al local en un cantero que por las raíces estaba todo roto, me recosté contra el árbol y miraba como iban abriendo la puerta y poniendo las mesas afuera. Decidí esperar a que se juntara un poco de gente, sabia q algo no tan bueno debía tener el respaldo de q no me iba a pasar nada delante de tanta gente, tome las fuerzas y me acerque a una de las mesas me senté y espere ser atendido, cuando veo venir al mozo venia con una cerveza y un vaso. Sin que yo pidiera nada. No me gustaba nada tanta atención, seguí con la mirada al mozo que se acercaba la barra y hablaba con alguien cuando me doy cuenta que era la cara del pelado que me estaba pegando me levanto y encare para irme, pero era demasiado tarde sentí como un estruendo en mi cuerpo y era la mano de un tipo gordo y barbudo q me sentaba en la silla otra vez, me dice-quédate sentado que necesitamos hablar con vos, toma tranquilo que esta la invito yo- vi. Salir al pelado Que me miraba y con una sonrisa muy irónica me asiente la cabeza como saludándome Siento la vos del gordo me dice-El jefe esta muy enojado con vos y necesitas q le devuelvas lo que le robaste- mire el suelo y pensé que realmente estaba en problemas y que no quería ni debería estar ahí.-Lo tense acá?. preguntaba el gordo, solo atine a decir-Que es lo que buscas-(fue una pregunta realmente seria pero ellos no lo tomarian en serio) – Me estas tomando el pelo? Mira acá las cosas son así o aparece lo que robaste o vos desapareces- trague saliva sin aun poder recordar que era lo que tenia en mi poder que tanto buscaban.